viernes, 12 de noviembre de 2010

EL 27 DE OCTUBRE DEL 2010 EN LA ARGENTINA ... TENÍAMOS UN CENSO...















El miércoles 27 de octubre, la sociedad argentina se preparaba para un día cargado de tensión. Se realizaba desde las 8 de la mañana y hasta las 8 de la noche el Censo Nacional 2010, el que la Consitución Argentina nos instruye que debemos realizar cada diez años, a fin de conocer no sólo la cantidad de habitantes de nuestro gran territorio, sino también la manera, la forma, en que vivimos, en una palabra, la idiosincracia y orígenes de nuestro pueblo.



Pero este censo no se realizaba como tantos otros con el acuerdo del conjunto de la población, no, para nada, se preveían problemas, porque en nuestro país tenemos un gobierno presidido por la Dra. Cristina Fernandez de Kirchner, quien sucedió a su esposo en la gestión presidencial, el ex Presidente Néstor Kirchner. Entre ambos ya llevamos más de siete años de gobierno de la mayoría de nuestro país, el peronismo, y en este caso el ala izquierda, que tiene como es de suponer una oposición derechista que lo ataca permanentemente, ya que estas dos gestiones nos sacaron de la peor crisis económica y social que vivió nuestra Argentina y que transcurrió entre los años 2000, 2001, cuando hizo eclosión a fin de ese año y el 2002, pero tuvo que hacerlo con el sacrificio de todos, aún de los que nunca quieren sacrificar un céntimo de sus empresas, de sus cuentas bancarias o simplemente de sus bolsillos. Esto por supuesto no es bienvenido por una clase poderosa a quienes estas gestiones obligaron a que ayuden en revivir la Nación.



Esta situación, la de sacarnos de esa crisis creó en los sectores de clase media alta y clase alta, no pocas críticas y escarnios a sendas figuras presidenciales, porque el proyecto nacional y popular como es llamado por sus gobernantes, militantes y seguidores en general, contempla sobre todo una mayor distribución de la riqueza. Se trata de lograr un país con mayor equilibrio socioeconómico, no unos pocos con mucho y muchos con poco, sino todo lo contrario. Lo que el peronismo, nacido con el General Perón en la mitad del siglo XX y del cual el actual gobierno es seguidor, le llamaba justicia social.



Es que no es nada más ni nada menos que eso, una justicia de orden social, donde la balanza no se incline en demasía hacia un solo lado, sino lograr como debe ser en toda justicia que la balanza se encuentre en el más perfecto equilibrio. Por toda esta situación en la que los dos últimos gobiernos han hecho tanto hincapié con medidas de orden administrativo y legislativo, todas las cuales dieron lugar a grandes discusiones en el ámbito opositor, que sinceramente no tiene fundamentos para oponerse a ellos, salvo sus propios intereses personales para defender.



En medio de toda esta situación, se realizaría, (lo cual se hizo), el Censo 2010, el que llegaba seguido de innumerables amenazas de no realizarse, instigación a la población a no realizarlo, con la excusa de que podrían sucederse situaciones de inseguridad, lo cual por supuesto no sucedió para nada.



Ese día, la mayoría de la población (lo supimos luego al conocer los resultados que sólo dieron un uno por ciento de abstenciones), nos levantamos temprano, tomamos nuestros tradicionales mates y nos dispusimos a esperar a la o el censista que podría llegar a partir de las 8 de la mañana.



En mi caso, como no miro televisión siendo más o menos las diez menos cuarto, me conecté al facebook para entretenerme mientras esperaba al cencista.



Y es allí, cuando vi la noticia, en un comentario de un amigo de facebook.



El mismo decía algo así como "Querido compañero y amigo Néstor, no lo podemos creer, nunca te vamos a olvidar"...


-¿Qué? me pregunté yo...¿Olvidar qué? ¿Qué están diciendo aquí? Mientras pensaba lo que estaba leyendo, no quería pensar el peor significado de esas palabras y con todo el cuerpo temblando, mi corazón palpitando aceleradamente, decidí encender el televisor y allí estaba en letras de molde en todos los canales del aire de mi país, la noticia que jamás hubiese querido recibir, lo que no tenía que haber ocurrido, lo que me hizo lanzar un alarido del que se asustó mi hija que dormía en su habitación, en todos los subtitulados de los noticieros de todos los canales, decía "MURIÓ NÉSTOR KIRCHNER" y mientras explicaban que había fallecido de dos paros cardíacos en su casa en El Calafate en la Patagonia Argentina (porque era feriado y hasta la Presidenta estaba en su casa para censarse) pasaban imágenes ultraconocidas por todos y por mi hija y por mí en particular que comulgamos con su causa y la de nuestra Presidenta desde el mismo momento en que asumió el mando como Presidente de la Nación en el año 2003. Y que como él lo dijo y todos lo tomamos como cierto porque lo vivimos, nos sacó del infierno para traernos no todavía al paraíso, pero por lo menos al purgatorio, desde donde de a poquito con su gran gestión, nuestro trabajo EL DE LOS QUE NOS QUEDAMOS A DEFENDER LA PATRIA QUEBRADA aún a costa de los mayores sacrificios y actualmente la gestión de su esposa nuestra querida Cristina, a quien también pusimos en el sillón presidencial con los votos de la mayoría, apoyamos y seguimos trabajando para que se concrete del todo el proyecto nacional y popular, proyecto que cada día nos acerca más a la meta fijada. En este país, cada día vivimos mejor, aunque en el resto del mundo les lleguen las noticias de quienes, los medios, quieres hacer caer este gobierno porque son un monopolio que maneja la infomación a su antojo y esta y la anterior gestión son los únicos que están desarmándolos. En Argentina se vive mucho mejor de lo que se está viviendo en otros países no sólo de Sudamérica. Por eso es que muchos de nuestros compatriotas ya volvieron y otros lo están haciendo.


Continando con el relato de la partida de nuestro querido Néstor debo decir que a partir de ese momento todo fue dolor, locura, incredulidad, nuestro líder, nuestro conductor, nuestro compañero militante, nuestro amigo, nuestro hermano, de sólo sesenta años, se nos fue así, en minutos como arena de entre las manos, dejándonos huérfanos de sus directivas, de su conducción, de su amor por la causa, de su protección...


Mis gritos unidos al llanto despertaron del todo a mi hija y... tuve que decírselo, qué pasa mamá! qué pasa? me preguntaba angustiada y tuve que decirle... Néstor... murió Néstor... Y allí el llanto nos unió a ambas en un abrazo dolorido y eterno, el del dolor del que pierde un familiar, ella lo sintió como perder a un padre y yo lo sentí como sentí la muerte de mi hermano hace ya cuarenta años, es raro decirlo y debe parecer raro para quien no conoció a Néstor como nosotros los millones de argentinos que fuimos a despedirlo en su último viaje.


Yo no me animé a salir a despedirlo, preferí llorar sola aquí en casa, seguirlo por la tele, y rezarle mucho, además de tener que esperar a la censista que por suerte no tardó mucho. Tengo muchos problemas de salud, corazón, asma, depresión, en fin, pensé que podría llegar a descomponerme y lo despedí con mi corazón desde mi casa. Pero sí fue mi hija, se cambió inmediatamente, se comunicó con sus compañeros de militancia y una vez establecido el lugar de encuentro allá fueron todos los pingüinitos a despedir a papá pingüino (así le decíamos cariñosamente por ser del sur de nuestro país donde habitan estas aves) que vaya a saber por qué Dios quiso llevárselo tan pronto. Cubiertas ambas de lágrimas despedí a mi hija y me dispuse a seguir los acontecimientos por la tele.


Aquí viene la parte estrictamente social del tema. Este país ha vivido muchas partidas imprevistas y de personajes muy queridos por el pueblo no solamente políticos sino también artistas, pero sinceramente nunca vi por la tele y luego mi hija me contó cuando volvió la inmensa movilización de gente que quería despedir a Néstor, nuestro Néstor, el de los kirchneristas, pero que de pronto, al partir, se convirtió en el Néstor de todos, en el Néstor de los argentinos, en el Néstor del pueblo que lo lloró como lo que fue, un inmenso hombre que tuvimos la suerte de tener y poder ser partícipes de siete años de su vida aquí en Buenos Aires, como Presidente, porque en realidad, comenzó militando muy joven en la juventud peronista (por lo que me siento totalmente identificada con él ya que yo también lo hice) y luego, llegada la democracia, fue dos veces intendente de su ciudad, tres veces gobernador de su provincia Río Gallegos y una vez Presidente de nosotros, los argentinos que todavía hoy, a casi 20 días lo seguimos llorando y lo extrañamos cada día más.


El 27 de octubre de 2010, tuvimos un censo y tuvimos también una pérdida tan grande para el país como alguna vez lo fue la de Eva Perón, esta vez quien se nos fue para siempre pero sigue vivo en el alma de su pueblo es nuestro amado ...Néstor Kirchner, Presidente de todos los argentinos.


En otra entrega analizaré más fríamente el fenómeno social que el Dr. Néstor Carlos Kirchner actual Diputado de la Nación y ex Presidente de la República Argentina, produjo con su partida en los millones de nuevos kirchneristas que hoy tiene la Nación... a veces pienso que se da, lo mismo que se da en forma social, lo que también se vive en forma individual...algunos recién valoran a las personas cuando ya no están...es una pena... se perdieron el placer de amarlos cuando estaban vivos y aún se podía abrazarlos y compartir la vida y las obras. Pero así es el ser humano, tanto en lo individual como, ya lo vemos, también en lo social, ojalá algún día aprendamos la humanidad a disfrutar y amar lo que tenemos y vale... en vida, ojalá...